Juan Reynoso
decidió que la práctica de Melgar se realice en estricto privado, hasta el
punto que ordenó poner sábanas que tapen las mamparas que dividen la visión
entre el hall del estadio Melgar con el campo de juego.
De esta forma el
tècnico trata de evitar que información de los trabajos tácticos que realice se
filtren a su ocasional rival, en este caso San Martín.
Los
entrenamientos arrancaron pasadas las nueve de la mañana y tras la pràctica
todos los jugadores tuvieron una charla. Cerca de la una de la tarde
abandonaron las instalaciones del coloso agustino.
Al momento la
única duda que tiene Reynoso para armar su once es la participación de
Carlos Ascues que presenta una tendinitis en el talón del pie izquierdo..
“Veremos si es
que llego al partido con la San Martín”, indicó el volante tras la
práctica.
“No entrené a la
par con mis compañeros por un problema en el talón”.
En caso no
juegue, Reynoso tiene varias alternativas para suplirlo.
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