La
semana se les ha hecho corta para Melgar.
De la impotencia provocada por el empate (1-1) de local ante San Martín paso a
la euforia de haber ganado en Huánuco (3-0) a León y hoy podría mantener esa
sensación de recuperación anímica si suma de tres frente a Sport Huancayo.
Solo
hace ocho días, en su última presentación de local, el equipo salió entre
algunas pifias e insultos, pero en el fútbol todo es pasajero, variante y hoy,
tras haber ganado de visitado, seguro
esos mismos que los abuchearon volverán a aplaudir el ingreso al gramado del
“Monumental Arequipa”.
Melgar
ha creado una hinchada bipolar, que pasa muy rápido de la ilusión a la
frustración, pero eso sí, acompaña siempre, está en las buenas y en las malas,
cuando las papas queman y también cuando la marea está calma.
La
rotación, tan críticada y alabada según el resultado que de, se ha convertido
en el principal arma del técnico Juan Reynoso que ha logrado desconcertar hasta
a sus propios jugadores con cambios inesperados.
Ante
León, practicó siete cambios y hoy frente a Huancayo debe realizar alguno más.
Eso sí, está descartado que arranque el mismo once que alineó en Huánuco. Por ejemplo no va Edgar Villamarín, que ni estará en banca de suplentes por lesión (fatiga múscular), mientras que John Galliquio podría ser tomado en cuenta debido a que ya cumplió su fecha de suspensión.
Sin
ser más ni menos que nadie, Melgar recibirá a un equipo complicado, que tiene
en exrojinegro, Antonio Meza Cuadra, a su jugador más peligroso, pero que es
solo parte de un engranaje de un mecanismo futbolístico con una propuesta
interesante.
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