¿Y qué culpa tienen ellas?

Algunos hinchas comenzaron a agredir verbalmente a las esposas de los jugadores.
El clima está caliente en Arequipa y no es solo por Tía María, sino porque los hinchas no soportaron que su Melgar empate un partido que en el papel estaba para ganar.

Al final del compromiso las  pifias e insultados cayeron sobre todo el comando tècnico. Mientras Reynoso iba a reclamar al juez Michael Espinoza, el profesor Ricardo Ortega  fue víctima de los insultos de furibundos hinchas que se apostaron en occidente baja.



Tras el partido realizaron trabajos durante 30 minutos. Luego se fueron al almuerzo.

La bronca se trasladó a butaca sur donde se apostaron las esposas de los jugadores que reaccionaron ante la desmedida actitud de los simpatizantes rojinegros.
Se enfrascaron en una discusiòn insulsa producto del mal resultado.

Los ánimos se calentaron mucho por un resultado que nadie tenìa pensado, pero el fútbol siempre da revanchas.

Comentarios