Pavel Chihuán,
el atleta huancaíno del Centro de Alto Rendimiento de Arequipa, ha
escrito una página única en la historia de la marcha peruana. Ha consolidado su
presencia en los Juegos Olímpicos de Río al lograr en el Race Walking
Challenger Permit Meeting de Dudince, Eslovaquia la marca mínima en los 50 Km.
Marcha.
“Estoy
satisfecho”, confiesa a la Exitosa vía Facebook. El tiempo que impuso
(3h58m22s) mejoró el que pedía la IAAF (4h03m).
Tras la
competencia regresó a su hotel junto a su entrenador Alfredo Quispe y la
cusqueña Jéssica Hancco, también del Car-Arequipa. En la soledad de su cuarto,
recién tomó conciencia de lo relevante de su logro.
Si ya para un
atleta peruano ir a los Juegos es un sueño, este huancaíno de profesión
profesor de educación física, tiene más motivos para inflar el pecho.
Ha clasificado a
Río en dos pruebas. El año pasado consiguió la marca de los 20 Km. y ahora lo
ha hecho en los 50 Km.
Como anécdota
recuerda aquella vez que por falta de apoyo abandonó el atletismo en el 2011 o
cuando vio por TV los Juegos Olímpicos de Lóndres y se preguntó: ¿por qué
no estoy allá?. O cuando decidió volver en el 2013 al Car-Arequipa con un
objetivo: ir a Río, para demostrar que los objetivos se logran con
perseverancia y mucho sacrificio.
El deporte da
revanchas y lo sabe. En los Panamericanos de Toronto del 2015 una lesión lo
obligó a abandonar la prueba en medio de un mar de lágrimas. Después de ocho
meses le toca sonreír a flor de piel.
Han sido años de
ardua preparación y las semanas previas al Challenger de Eslovaquia han
sido de concentración plena para continuar una rutina de
entrenamientos que se iniciaban a las 6 de la mañana con algo de
kilometraje o en el gimnasio para fortalecer la nomenclatura muscular y
terminaban por la tarde con más kilómetros de marcha.
Dueño de los récords nacionales de 20000 mts., 35 Km y 50 Km, solo le bastaría pulverizar la marca del puneño Edwin Centeno (fallecido) en los 20 Km. para ser el amo de la marcha en el Perú. Ese es otro de sus objetivos por cumplir.
El binomio que
formó con su entrenador de siempre, el puneño Alfredo Quispe, ha dado
resultados programado y ahora los objetivos son otros.
El 3 de abril
competirá en los 50 Km. marcha del Sudamericano de Marcha de Ecuador donde
espera romper su propio récord nacional (3h 56m35s).
Y para los
JJ.OO. tiene mejores expectativas. “¿Qué buscaré en las Olimpidas?, me quiero
meter entre los 8 primeros del mundo en los 50 Km. y en los 20 Km. podría estar
entre los diez mejores. Todo se puede con sacrificio”, sentenció
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